La moringa oleífera es un árbol asiático con origen en la India conocido en la medicina oriental por sus propiedades medicinales y nutricionales. En regiones empobrecidas es una de las fuentes principales de nutrientes.
Gracias a su alta capacidad de adaptación y una resistencia que les permite darse en una gran variedad de condiciones, actualmente se cultivan en Asia, América, África, EEUU y en algunas partes de Europa. No necesitan demasiada agua, son constantes durante todo el año y además son muy altos (10-12 metros) y frondosos, por lo que tienen un elevado rendimiento.
El árbol de la vida, como se le conoce en Asia, tiene un gran poder nutricional en sus hojas pequeñas y redondeadas. Son ricas en nutrientes, minerales, aminoácidos esenciales, caroteno, isotiocianatos, vitamina C, potasio o proteínas.
Influenciado por la importancia que tiene en la medicina ayurvédica, el consumo en Europa de sus hojas, raíces, frutos, semillas y flores se han popularizado en los últimos años para personas con carencias nutricionales, deportistas o que quieren controlar su peso.
¿En qué mejora nuestra salud si consumimos moringa?
-
Controla el peso
Su contraste entre nutrientes y grasas permite que el consumo de moringa te aporte gran parte de los nutrientes que tu cuerpo necesita reduciendo a su vez el número de calorías. Sus vitaminas B son las ayudantes perfectas para mejorar la digestión y transformar los alimentos en energía. Además, su contenido en glucosinolatos convertidos en isotiocinatos durante la digestión aceleran el metabolismo, por tanto la quema de calorías.
-
Previene las enfermedades cardiovasculares, reduce la presión arterial y reduce el colesterol
Gracias a que posee actividades antioxidantes, hipolipidémicas y antiateroescleróticas.
-
Poder antioxidante
La vitamina C, el beta-caroteno, la quercetina y el ácido clorogénico, hacen que la absorción de azúcar en las células se reduzca, además aumenta la actividad antioxidante contra los radicales libres y ayuda a la protección del daño oxidativo.
-
Poder antiinflamatorio
Gracias a su composición rica en isotiocianatos, flavonoides y ácidos fenólicos. Además, el aceite de Moringa (conocido como Ben) controla la inflamación crónica del hígado.
-
Protege de los efectos del arsénico
Su toxicidad se encuentra en muchos de los alimentos comunes y en las aguas subterráneas por lo que su presencia se ha convertido en una causa de preocupación de salud público. El polvo de la semilla de Moringa oleífera puede proteger el estrés oxidativo y además proteger los tejidos suaves de la intromisión del arsénico.
-
Mejora la actividad digestiva
La moringa tiene una gran cantidad de fibra por lo que mejora la actividad intestinal. La presencia de isotiocianatos ofrece propiedades antibacterianas que ayuda a eliminar la bacteria H.pylori, presente en episodios de gastritis, úlceras y cáncer gástrico.
Sí, la pregunta que nos estamos haciendo todos es: ¿cómo podemos consumir esta maravilla de la naturaleza? Tenemos varias posibilidades:
- Utilizar las hojas frescas para ensaladas, hervidas o en licuados
- Utilizar el polvo de moringa, con su característico verde, en suplementos o licuados
- Utilizar su aceite, también conocido como aceite ben, para freír alimentos o como aderezo para ensaladas
- Consumir las semillas tras sacarle las vainas
- Tomar los frutos cocidos
- Beber el poder de las raíces, moliéndolas y haciendo infusiones
- O añadir las flores como decoración a nuestros platos con una pizca de sal
Incorpora los superalimentos a tu vida, ¡no esperes más y cuídate!