La pirámide de la alimentación ha sufrido algunos cambios mediante la actualización de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). La evolución de la sociedad y sus hábitos se puede ver reflejada en las Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre 2016). Una guía de recomendada lectura donde podemos observar algunas apreciaciones muy interesantes en la pirámide nutricional. Concretamente destacamos dos:
1. La alimentación emocional
El equilibrio emocional es uno de los aspectos en la actualización de la pirámide nutricional. La alimentación emocional estudia la relación que hay entre las emociones y la ingesta; por ejemplo, como damos respuesta a situaciones de ira, ansiedad, frustración o depresión a través de la toma de alimentos.
Es un factor cada vez más a tener en cuenta puesto que determina nuestros procesos de compra, la preparación y la posterior ingesta de alimentos. La montaña rusa de las emociones no debe definir la dieta llevada a cabo, la tristeza o el estrés no deberían acarrear la comida de alimentos más grasos y más ricos en hidratos de carbono. Por ello, cada vez se apela más al concepto Mindful eating, lo que se traduciría como la alimentación consciente.
Este tipo de alimentación pretende promover la relación saludable con la comida. ¿Cómo? Prestando atención al proceso completo, aumentando así el compromiso con el qué comemos y de qué forma. Además, este tipo de concentración nos puede ayudar para librarnos de prejuicios sobre las sensaciones físicas y emocionales. De esta manera, podremos “reconocer y responder a la saciedad, o reconocer pero no responder a diferentes señales inapropiadas que incitan a comer, como la publicidad, el aburrimiento o la ansiedad, entre otras”.
2. Los suplementos nutricionales
Los suplementos nutricionales están situados en la cúspide de la pirámide como el posible complemento perfecto para la dieta, con la prescripción dietética proveniente de profesionales de la salud. Su consumo debe venir precedido de una carencia o necesidad de refuerzo, que deberá ir destinada de manera individualizada puesto que no todos tenemos las mismas carencias o necesidades.
La suplementación, como bien señala la guía, “consiste en el uso de nutrientes aislados o en combinación que se administran en formas farmacéuticas (comprimidos, cápsulas, polvos, jarabes)”, pero, ¿por qué son necesarios?
La creencia de que las dietas equilibradas y variadas son una garantía del aporte de nutrientes y energía puede desmontarse. La necesidad de vitaminas, minerales y otros nutrientes no queda cubierta muchas veces a pesar de cumplir las indicaciones de la pirámide nutricional, por ello y porque cada persona tiene unas necesidades, recurrimos a los complementos nutricionales.
Además, el afán por alcanzar una salud óptima ha provocado que las cantidades convencionales parezcan insuficientes y sean necesarios aportes muy superiores a los que venimos consumiendo, por lo que el recurrir a los suplementos para intentar alcanzar el bienestar nutricional es cada vez más común.
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Fuente: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)
Pirámide de la alimentación saludable: http://www.nutricioncomunitaria.org/es/noticia/piramide-de-la-alimentacion-saludable-senc-2015